Los autores sostienen que el Banco Europeo de Inversiones puede ejercer un papel vital en la recuperación económica. El BEI facilita la financiación para los proyectos más innovadores, así como en las industrias estratégicas y las pymes.
La economía europea está acometiendo un largo proceso de reequilibrio. Los desequilibrios macroeconómicos ocurridos durante la última década, alimentados en muchos casos por el auge del crédito, están siendo corregidos. Se están realizando progresos, pero este proceso seguirá afectando al crecimiento y al empleo durante algún tiempo.Las condiciones del mercado financiero reflejan signos de mejora. En particular, la aplicación determinada de políticas de consolidación presupuestaria y de reformas estructurales para aumentar el crecimiento han dado lugar a una reducción significativa de las primas de riesgo en países vulnerables.
Sin embargo, para el sector privado, las condiciones crediticias siguen siendo duras. Esto afecta no sólo a las condiciones macroeconómicas sino también al ajuste de balances en el sector bancario todavía en curso.
El Banco Europeo de Inversiones, como banco público de la UE, desempeña un papel cada vez más importante en el proceso de ajuste. Su cartera crediticia asciende a más de 450.000 millones de euros, siendo así el mayor banco público supranacional y llenando el vacío de los bancos privados que actualmente no son capaces de apoyar a la economía real. En España, ante la falta de financiación disponible, se ha dado prioridad a los préstamos a las pymes a fin de mitigar los efectos de la desfavorable situación económica y del subsiguiente desempleo. De los 8.000 millones de euros prestados en España en el año 2012, 2.600 millones fueron destinados a pymes, beneficiando a más de 20.000 empresas, lo que supone un incremento del 200% en comparación con el año anterior.
El BEI desempeñará también una función primordial en los países que reciben asistencia financiera o que atraviesa dificultades presupuestarias, no solo financiando pymes y proyectos generadores de crecimiento, sino también ayudando a paliar la escasez de liquidez y asesorando sobre cómo mejorar la capacidad de absorción de la inversión. Por ejemplo, en el último trimestre de 2012, la actividad del BEI en Grecia se incrementó significativamente. Además, el apoyo del BEI a la industria griega se intensificará a raíz de la creación de un fondo de garantía para pymes y la puesta en marcha de un Programa de Mejora de la Financiación del Comercio. Otro buen ejemplo es la recién firmada “primera garantía de pérdidas de cartera” en Portugal, que permitirá nuevas operaciones en la cartera de hasta 6.000 millones de euros.
El incremento de capital en 10.000 millones de euros acordado el pasado verano por los Estados miembros de la UE a iniciativa de la Comisión Europea permitirá al BEI aumentar sus préstamos en la UE en 2013 en un 40% aproximadamente a partir de enero de este año, lo que se traduce en una capacidad de préstamos adicionales de 60.000 millones de euros en la UE entre los años 2013 y 2015.
Dado que el BEI actúa como co inversor de proyectos, su presencia da lugar a la aportación, como promedio, de otros dos tercios en fondos adicionales procedentes de otras fuentes, incluyendo bancos privados y otros inversores. Como resultado, esperamos canalizar 180.000 millones de euros de inversión pública y privada a lo largo de los próximos tres años en apoyo del crecimiento y de la mejora de la competitividad.
Con una cartera de préstamos de 100.000 millones de euros solo en el ámbito de la innovación, el BEI es ya uno de los mayores prestamistas de la UE, abarcando la investigación fundamental, el desarrollo y la comercialización de nuevos productos. La eficacia de los recursos será apoyada mediante la financiación de proyectos de energías renovables, redes inteligentes e interconexiones para unir las redes eléctricas de los países de la UE. Las inversiones en infraestructuras estratégicas se centrarán en la financiación de redes de banda ancha (fijas y móviles) y en proyectos de transporte para mejorar la conectividad intermodal, como los grandes puertos.
La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones han desarrollado un número de instrumentos financieros conjuntos para combinar los recursos financieros del BEI con los recursos presupuestarios de la UE, incluyendo fondos estructurales y de cohesión. Estos instrumentos promueven la inversión en el sector privado en áreas prioritarias claves de la UE como la investigación, el desarrollo y la innovación, las pymes y proyectos de infraestructura, incluyendo la iniciativa de bonos para la financiación de proyectos.
La Comisión planea incrementar el uso de tales instrumentos conjuntos durante el período presupuestario de 2014 a 2020. Los Estados miembros y el Parlamento Europeo deberían tomar una decisión valiente en cuanto a las cantidades disponibles para este período, con el fin de finalizar la preparación de estos instrumentos y comenzar su puesta en práctica.
Sin embargo, el aprovechamiento de los préstamos solo será duradero en términos de potencial de crecimiento si las condiciones económicas fundamentales son buenas. En este sentido, es más importante que nunca apoyar el espíritu emprendedor en Europa aligerando los trámites burocráticos y creando un sector público que aporte más apoyo a la iniciativa de los ciudadanos y las empresas. Necesitamos dar marcha atrás al proceso de declive de nuestra industria, sin entrar en el callejón sin salida que es el proteccionismo, sino a través de inversiones específicas y aprovechando nuevas oportunidades comerciales.
El reciente acuerdo de libre comercio con Corea del Sur es un ejemplo alentador: la eliminación de aranceles ha ahorrado a nuestros exportadores 600 millones de euros en impuestos en el primer año de aplicación de este acuerdo. Y un acuerdo comercial y de inversión con Estados Unidos tiene un enorme potencial para impulsar el crecimiento en ambos lados del Atlántico.
Se ha logrado mucho, pero la debilidad persistente en la economía nos dice que no es momento de bajar la guardia a la hora de reformar nuestras economías y que, en cambio, debemos poner en práctica estrategias sostenibles para reducir el nivel inaceptablemente elevado de desempleo en Europa.
Olli Rehn y Werner Hoyer son Vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios y del euro y Presidente del Banco Europeo de Inversiones, respectivamente
Enlace: http://www.expansion.com/2013/03/13/opinion/1363174395.html
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